Mario Lepe

08.06.2012 12:20

 

MARIO LEPE

 
 

Históricos Cruzados

startEl gran capitán. Es el principal epíteto con el cual reconocen a uno de los jugadores más emblemáticos y queridos que han pasado por la Institución cruzada. Mario Lepe vistió por más de 20 años la camiseta de la franja azul en el pecho y se transformó en el futbolista que más veces a defendido sus colores a lo largo de su existencia.

Con la Universidad Católica ganó tres títulos nacionales (1984-1987 y 1997), la Copa Interamericana en 1994 y disputó la final de la Copa Libertadores en 1993.

En su carrera dio muestras de un gran sacrificio y amor propio. Supo de los sinsabores de la vida ya que debió sufrir en su carrera cuatro fracturas que lo tuvieron al borde del retiro. Sin embargo de todas salió indemne y siguió mostrando sus dotes en el campo de juego hasta el 2000, año en que se retiró de la actividad futbolística.

¿Qué recuerdos tienes de tu paso por la Católica, como jugador?

Llegué muy joven al club, en 1980 y con la expectativa de quedar o no. Finalmente quedé y la expectativa ahora era jugar o no. Venía de la filial de Green Cross que tiene en Santiago y me decidí por Católica porque la gran institución que es. Además me quedaba cerca de mi casa y tenía amigos que se querían probar acá. Mi sueño era jugar el día domingo y se cumplió con el tiempo, cuando subí al primer equipo. Tenía 16 años y debuté en primera división. Con 18 años obtuve mi primer campeonato y fui seleccionado nacional. Ahí me di cuenta que esto era lo mío. Nunca me cambie de club y mi vida siempre ha estado ligada en la Católica. Llevo 26 años ligado a la UC y para mí ha sido todo.

¿Qué significado tenía para ti, vestir la camiseta y ser capitán de la UC?

Un orgullo tremendo y una gran responsabilidad. Yo les digo a mis jugadores que no tengo sangre, por mis arterias corre la Universidad Católica. El hecho de ponerse una camiseta de una institución grande, seria y buena es siempre un orgullo. Además, al lado siempre tuve a grandes jugadores y no me arrepiento de decirlo que las veces que fui capitán, siempre fui ayudado por los demás. Es difícil que una persona sea responsable de todo un equipo y gracias a Dios, siempre tuve el apoyo de mis compañeros.

¿Qué mensaje le enviarías al hincha cruzado?

Lo principal es que sean más apasionados. Eso no significa que cuando las cosas andan mal, los hinchas los insulten o les griten. La pasión va en el apoyo incondicional y bajo cualquier presión. Es importante que también aprendan más fútbol para dimensionar lo que realmente se hace dentro de la cancha y que cosas faltan. El apoyo hacia el club, los jugadores y el técnico, siempre es muy importante. Uno siempre quiere hacer las cosas de la mejor forma y a veces no se puede. Pero que el hincha dimensione el esfuerzo que hace cada jugador.